Estilo de vida saludable.
Uno de los grandes caballos de batalla de las administraciones y personal sanitario en el mundo de la diabetes es el campo de la prevención. Un estudio publicado recientemente en Estados Unidos vuelve a poner de manifiesto que una de las mejores armas para atacar la prevalencia e incidencia de la diabetes es educar a las personas en calidad de vida y estilo de vida saludable, pero además si esa educación se aporta fuera de los centros sanitarios el resultado es mejor. El estudio lo ha dirigido la Wake Forest Baptist Medical Center.
Los investigadores examinaron a más de 300 participantes de edades diversas y que previamente habían sido diagnosticados con niveles elevados de glucosa en sangre en ayunas, un indicador común de la pre-diabetes. El estudio se realizó entre 2007 y 2011 y ha sido publicado en la edición de esta semana de la revista American Journal of Preventive Medicine.
“Muchos estudios anteriores han demostrado que las personas pueden perder peso durante seis meses recuperando un estilo de vida saludable, pero el mantenimiento de esos cambios, particularmente metabólicos, con el tiempo es el verdadero desafío”, dijo Jeff Katula, autor principal del estudio y profesor de la Wake Forest Baptist.
Con esa premisa de mantener en el tiempo los cambios producidos por un mejor estilo de vida saludable se organizaron dos grupos de trabajo. Por un lado los participantes que buscaban perder peso asesorados en los centros de salud y por el otro lado, una versión mejorada de los consejos del médico, es decir pacientes que recibían esos consejos en dos reuniones mensuales con una dietista y con fácil acceso a los boletines mensuales de información en la línea de perder peso.
Todos los participantes fueron evaluados cada seis meses en indicadores como la glucosa en sangre en ayunas, la insulina, la resistencia a la insulina, el peso corporal, índice de masa corporal y la circunferencia de cintura.
La conclusión a la que llegaron los investigadores es que después de 24 meses, casi el 47 por ciento de los pacientes con una atención personalizada habían perdido al menos el 5 por ciento de su peso corporal inicial, mientras que sólo el 15 por ciento de los participantes de atención estándar habían logrado esos resultados.
La Wake Forest Baptist ha confirmado que su estudio es el mayor programa realizado en este sentido y que los resultados alcanzados por el Proyecto de Prevención de la Diabetes demuestran que el estilo de vida saludable y guiado pueden reducir la incidencia de la diabetes en casi un 60 por ciento.
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