No es en vano que la palabra Raco signifique “expansión, firmamento o vista”. Con sólo llegar a esta villa veraniega, el turista podrá tener ante sus ojos uno de los paisajes más paradisíacos de la provincia, en el que la vegetación, las suaves lomadas, los ríos cristalinos y las decenas de bosques invitan a relajarse y olvidarse del trajín urbano en un clima ideal.
Las opciones para el visitante en este paraíso son infinitas: desde paseos a pie, en bicicleta o a caballo hasta deportes extremos como rappel o montañismo.
Raco también posee una rica história: la casa de San Pedro de Raco, la estancia de Sauce Yaco y la casona de Villa Elvira son destinos obligados.
Una particularidad que cautivará al turista es que todas las calles de la villa llevan nombres de canciones del genial Atahualpa Yupanqui, en honor a quien se erigió un monumento.
Ubicación
Fuente: ENTE TUCUMÁN TURISMO