Practicar deporte desde edad temprana tiene múltiples beneficios

imagesEl sedentarismo es cada vez más frecuente entre los niños, con los perjuicios que puede acarrear para la salud, la autoestima y la sociabilidad. Practicar deporte desde una edad temprana es la mejor forma de evitar esos problemas, según los expertos.
Ordenadores y tabletas, teléfonos móviles y videojuegos llenan más horas del ocio infantil de lo que sería conveniente para la salud de los más pequeños: sólo el 43 por ciento de los niños de 5 a 18 años realiza 5 o más horas de actividad física deportiva a la semana, según datos del Consejo Superior de Deportes.
Para prevenir el sedentarismo y los perjuicios para la salud y psicológicos que puede conllevar, expertos como David Alegría, de Colegios Brains, recomiendan practicar deporte desde una edad temprana, algo que tiene numerosos beneficios, entre ellos, que contribuye a combatir la obesidad, aumenta la flexibilidad y la resistencia, potencia la seguridad en uno mismo y desarrolla la autoestima.
EDAD Y GUSTOS, CLAVES PARA ELEGIR
Elegir un deporte adecuado a las características de cada edad y que guste al niño, son dos factores clave para que los pequeños sigan practicándolo a largo plazo. “La mayor parte de los padres, por el ansia de introducir a sus hijos en el deporte que a ellos mismos les gusta, cometen el error de inscribirles en una actividad no apropiada para su edad”, afirma David Alegría, de Colegios Brains.
Para empezar, según este experto, lo más adecuado es la natación y la psicomotricidad, que se pueden practicar desde los 4 meses. A partir de los 4 o 5 años, se recomienda el judo y el karate, que permiten un trabajo muy progresivo y ayudan a mejorar la coordinación, la orientación espacial y el respeto, así como la gimnasia rítmica y el ballet, que favorecen la flexibilidad y la coordinación.
Después, en torno a los 8 años, deportes de equipo como el fútbol, el baloncesto y el balonmano trabajan la forma física y fomentan las relaciones sociales, y a partir de los 10 u 11 años, disciplinas que exigen mayor esfuerzo físico, como el piragüismo, son una buena propuesta.
“La actividad deportiva en el ámbito escolar ayuda a los niños a desconectar de las otras materias, lo que mejora su rendimiento después en el aula”, subraya David Alegría, que también aconseja que hagan los desplazamientos habituales andando o en bici, en lugar de en transporte público, para fomentar un estilo de vida activo.

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