Hoy en día, el auge obtenido por este deporte nos puede llevar a afirmar que se trata del ejercicio de moda, en el que no solo se realiza la actividad física, sino que es parte de una actividad social, como una alternativa más de competencia en la sociedad actual; de allí el incremento de la organización y la participación cada vez mayor de personas en maratones y caminatas.
No se puede negar que parte del atractivo de esta actividad en una sociedad que le da suma importancia a la belleza y a las medidas físicas es el resultado obtenido en la imagen y la figura de las personas, con la disminución de la acumulación de grasas y la tonificación de la musculatura.
Sin embargo, desde el punto de vista físico y médico, esta actividad tiene muchos beneficios, entre los cuales están: el incremento funcional del sistema respiratorio y en la musculatura responsable de la respiración; mejora la calidad ósea debido a que aumenta la densidad del hueso previniendo la aparición de osteoporosis y fracturas; asimismo, favorece la disminución de la arteriosclerosis y de la hipertensión y aumenta la fuerza de los músculos, asegurando una mayor movilidad y estabilidad articular y resistencia.