Sí, sí, como lo habéis leído: dar besos nos ayuda a adelgazar. Es cierto que con un solo beso no vamos a lograr quemar las mismas calorías que si vamos al gimnasio o salimos a correr un rato. Sin embargo, un gesto tan simple como este también nos ayuda a perder peso. ¿El motivo? Cada vez que damos un beso nuestras pulsaciones pueden aumentar hasta a 140 por minuto, por lo que nuestro metabolismo se acelera y se queman calorías.
Tal y como ha demostrado un estudio, durante un beso de unos tres minutos aproximadamente podríamos llegar a reducir un promedio de hasta 13 calorías. En resumen, ¡son todo ventajas!