Si nos detenemos a pensar, veremos que las frutas y todos los vegetales sobreviven a la intemperie, enfrentando todo tipo de condiciones y agresiones meteorológicas.
Todo ello es posible gracias a las sustancias protectoras y antioxidantes naturales que poseen. En ese sentido, esas mismas sustancias son las que nos protegen cuando consumimos el alimento, es decir que nos beneficiamos absolutamente de todas esas vitaminas y nutrientes que la fruta posee. Llenamos de vida todo nuestro organismo.
De esta manera, entre los beneficios que aportan las frutas en la alimentación está que aportan una variedad y cantidad de vitaminas y minerales, principalmente vitamina C. También hidratan el organismo rápidamente, ayudan al correcto funcionamiento del organismo y facilita el drenaje de líquidos, al ser diuréticas y depuradoras del organismo, entre otros.
La vitamina que más abunda en las frutas es la C, y lo más importante de esta vitamina es que nuestro organismo no la sintetiza, por eso la alimentación debe proveerla. La cantidad de vitamina C en la fruta es muy variada, siendo los kiwis, las fresas, las frambuesas y los cítricos los que gozan de mayor contenido de dicha vitamina.