Debemos ser muy conscientes de la importancia de la hidratación, sobre todo en el verano y especialmente en las personas más vulnerables, como son los ancianos, las embarazadas, los niños y quienes practican deporte. Amnsat, la mutual de la familia, en resguardo de su salud, le acerca algunos consejos para tener en cuenta:
No espere a tener sed para beber, ya que cuando el cuerpo nos avisa es porque ya necesitamos líquido y es mejor anticiparse.
Necesitamos beber entre 2 y 2,5 litros de líquidos por día. Además de las bebidas, los alimentos también nos aportan su cuota de líquido.
Algunas condiciones del ambiente pueden influir en la deshidratación , como el calor y la sequedad.
Si tiene síntomas de deshidratación, como sed, sequedad de piel y mucosas o disminución de la orina, procure consumir líquidos para recuperar el equilibrio hídrico de su organismo.
Si practica actividad física, aunque sea de forma moderada, hidratarse es esencial antes, durante y después de su práctica, ya que el ejercicio produce la eliminación de agua y sales minerales.
No conviene realizar ejercicio en las horas centrales del día durante el verano.
Si se está siguiendo una dieta, es esencial mantener los niveles de consumo de líquidos y la hidratación, sobre todo en épocas de mucho calor o durante la actividad física.