El mundo enfrenta un virus mortal y adapta sus reglas de convivencia para minimizar los riesgos en la población. Autoridades y expertos insisten en la práctica del “distanciamiento social”, para disminuir la propagación de la enfermedad de modo descontrolado colapsando los sistemas de salud.
La estrategia se refiere simplemente a mantener una prudente distancia con los demás, disminuyendo el número y la duración de los contacto. Algunas de las recomendaciones son:
Propiciar el teletrabajo en los empleados y las clases online para los estudiantes.
Restringuir los viajes a sólo los imprescindibles.
Evitar aglomeraciones y lugares concurridos.
Mantener una distancia de por lo menos dos metros con otras personas.
Cuidándonos entre todos podremos superar estos tiempos difíciles.