En Escaba, los colores del cielo y del dique se confunden. El turista vivirá una experiencia única en este paisaje de amplios valles de tierras fértiles que contrastan con cerros llenos de vegetación y el azul penetrante del espejo de agua.
Luego de 15 km de caminos pavimentados se llega a la boca de la Quebrada, en donde el sendero es enripiado y allí comienza la trepada, una aventura que hará que el turista quiera volver a Escaba. Un gran atractivo es “La Piedra Llorona”: una visera natural a lo ancho del camino que se llama así porque vierte gotas de agua permanentemente.
Para satisfacer la curiosidad de los visitantes, Escaba posee unas de las reservas de murciélagos más grandes de Latinoamérica y es una excelente opción: viven allí entre 10 y 12 millones de murciélagos que se calcula que consumen entre 6 a 7 mil kilos de insectos, lo que contribuye al equilibrio ecológico del lugar. Además, otros recomendados son:
LA ISLA: sitio ideal para acampar en medio del agua y rodeado de vegetación y fauna autóctona.
LA CASCADA o CHORRO: dista a dos horas de cabalgata, recorriendo por pintorescos lugares de belleza selvática.
EL DIVISADERO: se accede a caballo, es un sitio de extraordinario paisaje.
UBICACIÓN
Fuente: ENTE TUCUMÁN TURISMO