Salir de la vorágine de la ciudad en sólo 20 ó 25 minutos y entrar en un lugar plagado de paz, con un paisaje soñado y un dique de aguas mansas parece imposible, pero en Tucumán no lo es. A sólo 26 Kms de la capital se encuentra El Dique Celestino Gelsi (El Cadillal), rodeado por el cerro Medici y las incomparables Sierras de Medina.
En El Cadillal el turista podrá disfrutar de una excelente gastronomía, de campings y merenderos en los que podrá pasar un día único acompañado de un clima ideal: ni frío ni caluroso sino muy agradable.
El embalse terminó de construirse en 1965 y es una villa turística por excelencia. Tiene 11 km de largo por 4 km de ancho y una profundidad máxima de 67 metros.
Para los amantes de la aventura, El Cadillal es la alternativa ideal: canoying, kayak, mountain bike, windsurf, kitesurf y pesca son deportes que se practican de la mano de profesionales idóneos en un marco de cerros, relax y mucho verde. Nada mejor que terminar el recorrido por el dique con en un paseo en el catamarán Arquímides, desde donde se tiene una vista inigualable del paisaje de El Cadillal.
Sobre las márgenes del lago se levanta un anfiteatro de tipo Teatro Griego y el Museo Arqueológico El Cadillal (MAC).
Complejo de Aerosillas:
Las aerosillas cuentan con un recorrido de 600 metros hasta la cima del cerro Medici, desde donde se accede a una incomparable vista panorámica que alcanza la noble vegetación de las Sierras de Medina y el espejo de agua del Dique Celestino Gelsi.
www.nuevocadillal.com.ar
Reserva Natural Aguas Chiquitas:
Una vegetación frondosa, un arroyo cristalino y una cascada natural son los ingredientes que componen la increíble postal de la Reserva Natural de Aguas Chiquitas y que hacen de esta visita un punto imperdible para el turista.
A tan sólo tres kilómetros de El Cadillal, el visitante podrá acceder a una experiencia inolvidable que le permitirá conocer los últimos ambientes del Bosque de Transición de Tucumán (un ecosistema prácticamente desaparecido), el arroyo de aguas cristalinas con un yacimiento paleontológico del que se extrajeron fósiles de mamíferos y cocodrilos y un inmenso chorro de agua con una caída de más de 40 metros hacia el piletón, que constituye la mágica cascada entre árboles y plantas de variadas especies.
La reserva se creó en 1982 y tiene 740 hectáreas.
Viaducto el Saladillo
Al conocer el viaducto El Saladillo, a sólo 27 km de la capital tucumana, el turista comprenderá las razones por las que fue declarado Monumento Histórico Nacional: es una obra sin antecedentes en América Latina, técnicamente asombrosa y con una construcción que imita los viejos modelos romanos, lo cual le imprime una curiosidad que llama la atención de quienes deciden explorarlo.
La obra fue aprobada en 1881 por el ingeniero Guillermo White pero puesta en servicio a fines de 1883 y se mantuvo en funcionamiento hasta 1927.
El visitante quedará sorprendido al enterarse de que esta magnífica obra fue construida con más de 5 millones de ladrillos, que su puente tiene 308 metros de largo con 25 arcos de medio punto y que además, su altura es de 30 metros.
Ubicación
Fuente: ENTE TUCUMÁN TURISMO