AMNSAT le acerca algunos consejos para cuidar su corazón y mejorar su calidad de vida.
No importa qué edad tenga, debe seguir un estilo de vida saludable para evitar padecer enfermedades cardiovasculares como infarto del miocardio o derrame cerebral que pueden llegar a dejarlo discapacitado o la muerte.
El 29 de septiembre se conmemoró el Día mundial del corazón, y el lema para este año es “Emprende el camino hacia un corazón sano”.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares (como el infarto de miocardio y derrame cerebral o accidente cerebrovascular) son las más mortíferas del mundo, no en vano cobran millones de vidas al año.
Los factores de riesgo que pueden predisponer a una persona padecer esa enfermedad son: presión alta, colesterol alto, diabetes, y tabaquismo. Además, un estilo de vida poco saludable (inadecuada alimentación, sedentarismo), también aumenta el riesgo. Existen también factores genéticos hereditarios.
Estilo
El cardiólogo Edgar Hernández dice que la mejor forma de mantener un corazón sano, es con un estilo de vida saludable. Con una alimentación balanceada, rica en todos los grupos de alimentos y la práctica regular de actividad física.
En el caso de las personas que padecen de diabetes e hipertensión, tienen mayor riesgo de sufrir un infarto del miocardio o un derrame cerebral. Hernández aconseja someterse a un seguimiento regular con el médico, así como tener a mano los medicamentos indicados. Y seguir un estilo de vida saludable que se integra en el tratamiento.
Se debe realizar la toma de la presión arterial, un examen físico completo y exámenes de laboratorio de rutina como glicemia o azúcar en la sangre. Además colesterol, triglicéridos. Otros exámenes se determinarán según los hallazgos, para conocer cómo se encuentra y establecer el tratamiento que debe seguir para evitar complicaciones.
Lo principal que debe hacer un hipertenso es mantener un peso adecuado y un buen estilo de vida que incluya una dieta balanceada baja en sodio y actividad física constante, detalla la nutricionista Silvia Quesada.
Alimentos
Quesada explica que no hay una edad en particular a partir de la cual se debe empezar a cuidar el corazón, desde joven es importante iniciar a cuidar el corazón para evitar consecuencias en el futuro.
La alimentación balanceada debe incluir todos los grupos de alimento en las cantidades adecuadas, según el requerimiento de cada individuo.
Los hipertensos deben cuidar el consumo de sodio en sus dietas; moderar la cantidad de sal de mesa que utilicen al igual que los condimentos que también suelen venir cargados en sodio. Sin dejar de lado que hay muchos productos procesados que aportan una gran cantidad de sodio en la dieta.
Todo esto basado en un plan de alimentación adecuado que incluya todos los grupos de alimentos en las cantidades indicadas para cada uno de ellos.
Los diabéticos deben seguir un cuidado establecido por su médico.
Es recomendable evitar el consumo excesivo de ciertos alimentos en la dieta como carbohidratos: pan, tortillas, pasta. Además, las grasas como: alimentos fritos, mantequilla, papas fritas, lo cual propicia la ganancia de peso, por lo que es importante moderar la ingesta de estos alimentos.
Actividad
La especialista comenta que todo tipo de actividad física cardiovascular ayuda a mantener un corazón sano. Desde caminar hasta andar en bicicleta o nadar.
Lo ideal es realizar un mínimo de 150 minutos de ejercicio cardiovascular a la semana. Se puede realizar 50 minutos tres veces por semana o media hora, pero cinco días a la semana.
El ejercicio físico comprende actividades como caminar, trotar, bailar o andar en bicicleta.
Alcanzar una salud emocional óptima es una de las claves para ser felices. El doctor Germán Retana comenta que “tener salud emocional implica un estado de paz interior que permite gestionar adecuadamente diversos ámbitos de la vida y que se vincula a la energía que un individuo posee para alcanzar un estilo de vida saludable. Se trata de un bienestar psicológico integral”.
Detalla que “el estado emocional hará que las personas cuiden o descuiden su estado físico. Una persona emocionalmente sana está consciente de que debe cuidarse físicamente. Estar bien físicamente le servirá para disfrutar de salud mental y emocional. Es un círculo virtuoso”.