Se trata de un hermoso caserón que perteneció a una familia tradicional de Tucumán: Don Angel Padilla y su mujer, Lastenia Frías. Se construyó hacia 1860 y es uno de los exponentes más notables de la arquitectura italianizante de esa época.
Hoy, el visitante puede disfrutar de objetos, colección de muebles, cuadros y porcelanas que pertenecieron a la familia y que hablan, en gran parte, de la historia tucumana colonial.
El Museo representa lo que se conoce como “casa chorizo”, con 15 habitaciones que rodean cuatro patios sucesivos, con un típico aljibe en el segundo. Las paredes de este caserón fueron testigos de más de un siglo de historia tucumana.
Ubicación
Fuente: ENTE TUCUMÁN TURISMO